Para
el trabajo docente en el aula es de suma importancia tanto el conocimiento de los alumnos como la
metodología de las clases, puesto que son ellos el objetivo de todas las
reformas, estrategias, metodologías e innovaciones en el aula en pro de obtener
los aprendizajes requeridos para un mundo cada vez más diverso y globalizado,
con grandes posibilidades de movilización de conocimientos y con muchos
requerimientos para ir a la vanguardia de millares de avances tecnológicos,
científicos y sociales (Chadwick, 2012; Sierra, Méndez-Giménez y
Mañana-Rodríguez, 2013).
Durante
muchos años se ha utilizado el concepto de inteligencia medida como un
coeficiente intelectual, que exalta o menosprecia, etiquetando a los niños por
el valor que en este examen obtengan, (Gallo-Acosta, 2011). Desde la psicología
contemporánea se insiste en lo inadecuado de esta etiqueta, ya que puede
limitar las posibilidades y/o producir efectos emocionales (Ardila, 2011).
Actualmente, se debe entender la inteligencia como algo individual, donde medir
a todos los estudiantes con la misma herramienta, va en contraposición al
concepto de atención a la diversidad. Es por ello, que desde hace algunos años
en el ámbito educativo se vienen haciendo incursiones y adaptando proyectos
educativos a la Teoría de las Inteligencias Múltiples (IM).
En 1983,
Howard Gardner, presentó
su Teoría de
las Inteligencias Múltiples (IM)
en el libro “Frames of Mind” (Gardner, 1983),
definiendo la inteligencia como la capacidad para resolver problemas y crear
productos valorados, al menos en un contexto cultural o en una comunidad
determinada.
Inicialmente,
identifica siete IM (posteriormente define ocho), cada una de ellas tiene bases
neurofisiológicas definidas, ubicadas en distintas zonas del cerebro que se
manifiestan independientemente y se combinan en cada persona, dando la
individualidad y la diferencia de roles profesionales y laborales. Al ser esta
una teoría del funcionamiento cognitivo, formula que cada individuo tiene
capacidades en las ocho
inteligencias (naturalista, musical,
lógico-matemática, interpersonal, intrapersonal, cinestésica, lingüística y viso-espacial),
funcionando de una manera específica en cada persona. Además, el autor afirma
que cualquier persona tiene la capacidad de desarrollar las ocho inteligencias
hasta un nivel alto de desempeño, siempre que reciba una adecuada estimulación.LILIANA C. LARA R.
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